Dejo de lado por un momento La Fuente de las Tinieblas (aunque volveré con ella, tranquilos) para hablar de otro de mis relatos, titulado Sacrificio, que acaba de aparecer en el primer número de la revista electrónica Hierro y Huesos.
Como el resto de la revista, Sacrificio es un relato de espada y brujería, de hecho el primero que publico dentro de este género. Pero el caso es que también tiene mucho de lovecraftiano (ya se sabe que la cabra tira al monte), y en realidad podría considerarse de "espada y horror cósmico", si se me permite la osadía.
No es algo inaudito, por supuesto; nihil novum sub sole. Robert E. Howard, al que podríamos considerar padre del género, formó parte a su vez del círculo original de escritores de los Mitos de Cthulhu, y Fritz Leiber añadió toques lovecraftianos a varias de sus historias de Fafhrd y el Ratonero Gris (y si no hubo más fue porque el propio Lovecraft, del que el joven Leiber era corresponsal, así se lo aconsejó). Y por supuesto, muchos de los relatos decadentistas de Clark Ashton Smith estaban a caballo entre un reino y el otro. Esas son mis principales inspiraciones, junto a la mítica saga de la Tierra Moribunda de Jack vance (que a su vez debe mucho a la obra seminal de Smith). Sentía que merecía la pena avanzar en esa suma de conceptos que, a mi entender, puede funcionar muy bien y aportar cosas nuevas a ambos géneros.
Como os podéis imaginar, no se trata de coger el típico mundo de fantasía, «ponerle tentáculos» y ya está (eso, como se ha demostrado numerosas veces, no funciona). Para conservar la sensación de terror ignoto en un entorno de fantasía hace falta cuidar el tono (necesariamente oscuro), las situaciones y los personajes para que no se nos vayan de las manos, y definir cuidadosamente el tipo de magia que va a existir, ya que donde todo es posible nada da miedo (puesto que siempre se podrá superar de alguna forma).
Escribí este relato hace tiempo, aunque por diversas vicisitudes hasta ahora no ha podido ver la luz, y la verdad es que tengo muchas ideas para seguir por ese camino. Demasiadas, de hecho, y me cuesta ordenarlas y sacar de ellas algo coherente, aunque puede que aproveche la aparición de este para intentarlo. ¿Habrá interés por parte del público? Eso nunca se sabe, pero os invito desde ya a leer Hierro y Huesos (que por si no lo he dicho ya, es gratuita ) y disfrutar tanto de mi historia como del resto de la revista.
Saco de Huesos, 2016. 132 págs, 0€ (y la voluntad).
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