Últimamente he estado preguntándome si las críticas literarias sirven realmente de algo. Sí, ya sé que para el lector una buena crítica (que no una crítica buena) puede ser muy útil antes de gastarse el dinero, pero hablo aquí del autor. Como creador de la obra, ¿te sirven de algo las opiniones que puedas recibir?
Por explicarme mejor, vamos a analizar a grandes rasgos los tipos de críticas que existen, y qué puedes sacar de ellas.
Primero están los halagos, que francamente son lo peor. No sólo no aportan ninguna información útil, sino que (de forma deliberada o inconsciente) tratan de impedir que el autor siga evolucionando. No existe la obra perfecta, todas son mejorables y por lo tanto siempre queda camino por recorrer, pero eso no es posible si prestamos oídos a alabanzas exageradas. Es más, este tipo de adulaciones casi siempre son interesadas y buscan que en el futuro tú hagas lo mismo por ellos.
Por su parte, las críticas destructivas no son mucho mejores. No sólo rezuman hiel sino que la mayoría podrían resumirse en «no encaja con mis gustos», cosa que para el autor es irrelevante porque, obviamente, no va a cambiar de ideas y estilo sólo para agradar a ese lector (por no mencionar que en ese caso dejaría de gustar a otros y se quedaría en las mismas). Y si el autor deja que esas palabras duras le afecten, puede acabar tirando la toalla.
Entonces las críticas constructivas, que expongan los puntos fuertes y débiles de la obra y los razonen, deberían ser las más útiles para el autor. Y lo son... hasta cierto punto. Porque a lo sumo sirven para confirmarle lo que él ya sospechaba desde el principio (es el padre de la criatura, la conoce mejor que nadie). Y de todos modos, ¿qué se supone que debe hacer, reescribir la obra para corregir los fallos? Eso es casi imposible. ¿Tenerlos en cuenta para la próxima? Bien, pero casi seguro que será muy distinta y no se le podrán aplicar los mismos consejos.
Así que cada vez soy más partidario de no prestar atención a las críticas o, como mucho, restringirse a las de ciertas personas que, por calidad propia y similitud de gustos, nos puedan resultar verdaderamente orientativas. Cierto, cuesta mucho privarse de leer algo que habla de nosotros, y las opiniones positivas nos alegran y las negativas nos deprimen, es humano. Pero en el fondo da igual. ¿Cuántas grandes obras de la literatura recibieron críticas horribles en su tiempo? ¿Cuántas obras consideradas magistrales han acabado más que olvidadas? Por ejemplo, suelo acordarme de esta carta aparecida en la revista Astounding Stories en junio de 1936:
¿Por qué, en nombre de la ciencia-ficción, se les ha ocurrido publicar un relato como «En las montañas de la locura», de Lovecraft? ¿Tan apurados están que necesitan publicar esas chocheces? Si son relatos de ese género (…) los que van a marcar la futura línea de Astounding Stories, entonces que el cielo se apieade de la ciencia-ficción.
¿Qué habría pensado su autor de saber que hoy Lovecraft es considerado uno de los grandes maestros de la literatura de terror? Pues eso, que lo mejor es seguir haciendo lo que nos pidan nuestras musas y pasar de los críticos, que tampoco saben más que nosotros.
Y si a pesar de todo decidís prestar atención a las opiniones de los demás, conviene echar un vistazo a este artículo del blog "Historias que no contaría a mi madre", 8 consejos para gestionar las críticas negativas, para ver las cosas en perspectiva antes de sulfurarse.
4 comentarios:
Asombroso. Había llegado a las mismas conclusiones sobre las críticas, exactamente las mismas; pero no estaba muy convencido. Ahora, después de visitar tu blog, me he animado un poco al descubrir que no soy el único que piensa así.
Es sorprendente leer a un autor que no teme a la sinceridad.
Saludos.
Vaya, pues gracias. Antes daba mucha importancia a las críticas, pero he visto que al final acabas intentando complacer a los demás en lugar de ser fiel a ti mismo. Mejor seguir tu propio camino.
Saludos,
Entro
¡Muchas gracias por la mención!
Tu análisis del tema de las críticas me parece muy acertado.
Un saludo
Tu artículo era muy bueno, sobre todo muy sensato. Ayuda a reflexionar antes de entrar a saco por una mala crítica.
Saludos,
Entro
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