Esta es una entrada un tanto atípica que no tenía prevista, pero me he fijado en un fenómeno creciente y para mí bastante molesto, y es la gente que va a charlas y conferencias a exponer su punto de vista. Y no, no me refiero a los ponentes. Son miembros del público que aprovechan las rondas de preguntas para soltar su perorata y tratar de demostrar lo mucho que saben sobre el tema (y a lo sumo dejan caer una pregunta banal cuando terminan para justificar su intervención).
Para el resto del público es muy incómodo porque para empezar nos priva de escuchar a los oradores, que para eso hemos venido, pero es que además esta gente suele ser muy prepotente y plantea sus opiniones como hechos incontrovertibles. ¿Y qué debe hacer uno si no está de acuerdo con lo que dicen? Porque si nos ponemos a discutir allí con ellos, adiós a la conferencia. Y si callamos parece que les estemos dando la razón en todo, que evidentemente es lo que buscan.
Esto es más habitual de lo que parece. También me ha pasado como ponente, y creedme que te ves en una situación absurda en la que tú has ido allí a exponer un tema que te has preparado a fondo, y tienes que callarte para ver cómo la gente suelta sus idas de olla. Y encima tienes que hacer como que te parece muy bien porque "eres plural".
De verdad, si sabéis mucho sobre el tema en cuestión (que no lo dudo) pues lo habláis con los organizadores y que os dejen una sala para dar vuestra charla, pero dejadnos en paz a los que vamos a escuchar a las personas programadas, por favor.
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