Se me antoja complicado narrar lo que ha sido este año el Día de Lovecraft, el pasado sábado en el Centro de Arte de Alcobendas. Muy intenso, muchas actividades interesantes (hubiese hecho falta el don de la ubicuidad para asistir a todas), y lo que es quizá más importante: conocer a gente nueva con la que compartes afición y reencontrarse con viejos amigos. Y por supuesto charlar sobre Lovecraft y los Mitos todo el tiempo: en las conferencias, en los pasillos y hasta tomando café en algún bar próximo. Lovecraft in mour minds.
Es curioso pensar que todo empezó hace unos meses, con un encuentro fortuito en una librería madrileña con uno de los organizadores de La Mano. Casualidades tiene la vida. El año pasado ya lo disfruté, por supuesto, pero sólo me quedé un rato y esta vez quería implicarme más y he asistido de principio a fin. No, miento, no nos quedó más remedio (esta vez me llevé a mi chica) que perdernos la última película, Re-Animator, o de lo contrario habríamos tenido que quedarnos a dormir en algún rincón del edificio .
Empezamos a las 11h con la conferencia sobre Lovecraft en los Juegos de Rol, en la que participaba y que de hecho me tocaba «guiar», aunque el feeling con mis compañeros Ricardo Dorda (coautor de Cultos Innombrables) y Pedro Perea (artesano y colaborador de la revista Crítico) fue tan bueno que todo fluyó de manera natural. Menos mal que estaba allí Enrique Agudo, de La Mano, para mantenernos con los pies en la tierra. Repasamos un poco la historia del rol lovecraftiano, empezando obviamente con La Llamada de Cthulhu de Chaosium, y avanzamos hasta dar unas pinceladas de la enorme cantidad de juegos, reglamentos y enfoques que existen en la actualidad en el mercado, tanto profesional como amateur.
Inevitablemente nos tuvimos que limitar a rascar la superficie: un tema así daría para semanas de análisis, pero espero que el abundante público (conocedor además del tema) quedara saciado al menos por un tiempo. En la imagen que acompaña estas líneas podéis observar las curiosas expresiones que provocaban nuestras palabras en el respetable. Debo reconocer que la ronda final de preguntas nos sorprendió incluso a los ponentes: ¿cómo diablos terminamos hablando de los cabarets de los años 20?
Después había partidas de rol y juegos de mesa, aunque yo me quedé charlando un rato y tomando algo con mis compañeros de conferencia y varios amigos que habían asistido, como Carlos García & His Love Interest (Cris), y luego disfrutamos de los postres lovecraftianos presentados a concurso. Ah, y aprovechamos ese interludio para hacernos con el merchandising exclusivo para la ocasión, en mi caso una camiseta y una taza, por supuesto lovecraftianas. Por cierto, la organización estuvo fantástica para ambientar la jornada: vestidos, coches de época, carnés de investigador y hasta se repartió un periódico estilo años 20 (si lo leéis hallaréis uno de los episodios más vergonzantes de mi carrera como sectario...).
Con eso se nos hizo ya la hora de comer. Pero a las 16h estábamos de regreso puntuales, porque la gente de Nosolorol realizaba la presentación oficial de Cultos Innombrables. Tantos meses jugando a él y aún no había sido presentado en sociedad, qué escándalo. Los de NSR se trajeron a media plana mayor: en la palestra comparecieron Rosendo Chas, Javier Charro, Ricardo Dorda (again) y Luis Barbero, pero no eran los únicos representantes de la editorial. Vaya mi especial agradecimiento a Marién Sánchez por su colaboración para organizar la charla inaugural. Y en cuanto a la presentación en sí, nos estuvieron contando sobre todo la evolución que había vivido el juego desde su ya remota concepción inicial, los aspectos en los que habían querido incidir para diferenciarlo de otros juegos de rol lovecraftianos y el cuidado dedicado a la maquetación e ilustración. Muy esclarecedor.
No terminó ahí la dosis de Cultos. Como luego se organizaban más partidas de rol y mesa, me apunté a la que llevaba Ricardo, un escenario de la próxima campaña para el juego, que irá apareciendo por partes en la revista Nivel 9 de NSR. Personajes pregenerados pertenecientes a una joven secta, una visita con palas en la mano a un viejo cementerio y, evidentemente, un final con bajas. No podía ser de otro modo. Un buen rato en el que además pudimos familiarizarnos mejor con el sistema.
Mientras yo tiraba dados (tres de diez, coge el de enmedio), en la segunda planta del Centro de Arte tenía lugar el espectacular taller de maquillaje y caracterización, donde explicaron cómo se hacen las máscaras, los moldes, añadir el pelo, diferentes heridas o pústulas... Luego en el exterior se desarrolló la clase de baile estilo swing, con ponche, que según me han comentado estuvo de vicio (la clase y el ponche). Yo me lo perdí todo.
Y llegamos a uno de los momentos cumbre de la jornada, al menos a mi entender: la conferencia sobre La figura de H.P. Lovecraft y su obra que dieron Óscar Mariscal (traductor y uno de los mayores expertos en la figura de Lovecraft) y Javier Jiménez Barco (editor de Barsoom y gran conocedor de la literatura pulp). Y encima tuve el honor de ser invitado a participar junto a tan insignes maestros. Con Manuel Arija moderando, creo que nos quedó un bonito broche a la jornada. Hablamos un poco de todo, según iba saliendo la cosa: del carácter de Lovecraft, su delicada salud, sus penurias económicas, la evolución de su pensamiento político y hasta nos permitimos un poco de historia-ficción y especulamos sobre lo que habría sido de él de haber vivido la Guerra Fría.
Pero ojo, que en la charla hubo un «huevo de pascua»: la organización nos pidió que insinuáramos que Lovecraft había pertenecido a una secta, dentro de un juego de pistas que se desarrolló a lo largo de varias actividades. Ahora que no aproveche nadie para montar su propio culto lovecraftiano .
No hubo demasiadas preguntas porque, creo yo, todo el mundo estaba ansioso de que empezaran las películas. En efecto, en cuanto terminó la conferencia acudimos en tropel al auditorio, que yo no había visto hasta ese momento y me dejó impresionado. Las instalaciones del Centro de Arte de Alcobendas son magníficas, pero esa se lleva la palma. Tras la entrega de premios (invocaciones, ilustración infantil y relato, si no recuerdo mal) la película muda The Call of Cthulhu, con música en directo y una simpática traducción simultánea de los intertítulos, nos hizo revivir los terribles descubrimientos que realizó Francis Wayland Thurston al proseguir la labor de su tío abuelo. Quién les mandaba enredar con lo que yace eternamente...
Como dije al principio, no pudimos quedarnos a la segunda película. Poco más y se nos escapa el último tren, y en estos casos siempre pagan el pato las despedidas, que han de ser raudas y fugaces. Pero dejo aquí mi saludo a Gema del Prado y Miguel Martín, a los que nos encontramos justo antes de entrar a la peli. Y un enorme agradecimiento a la gente de La Mano Fest que ha hecho esto posible: Mané, Enrique, Alma y todos los demás. Ojalá las instituciones valoren el éxito alcanzado y aporten un colchón económico que le dé estabilidad, porque (y perdonad que me repita), necesitamos unas jornadas lovecraftianas fijas en Madrid, y sería una pena que todo lo que se ha logrado ya se diluyera por desidia administrativa.
Pero ahora es momento de disfrutar del trabajo bien hecho. Perdonad que haya sido tan escueto, pero si entro en el detalle no acabaría nunca. Y si me he olvidado de mencionar a alguien, le aseguro que es sin mala fe. En cuanto estén subidos los vídeos de las conferencias (¡este año sí se grabaron!) pondré aquí los enlaces. Viva el Día de Lovecraft, y si Cthulhu quiere, nos veremos allí el año que viene .
Los vídeos
¡Actualización! Gracias a la labor de Ludonoticias, están ya a nuestra disposición los vídeos de las conferencias, a saber: la de la mañana sobre Lovecraft en los Juegos de Rol, la presentación de Cultos Innombrabes, y la charla de la tarde La figura de H.P. Lovecraft y su obra. Desde aquí les agradecemos su esfuerzo.
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