martes, 30 de mayo de 2017

Firmas en la Feria del Libro

Sorpresivamente voy a ir a firmar a la Feria del Libro (mi primera vez, yujuuu), tanto ejemplares de La Fuente de las Tinieblas como de las dos antologías de Edge Entertainment en las que participo (Ritos de Dunwich y Adoradores de Cthulhu).

La cita es este viernes 2 de junio, de 18:30 a 20:30 en la caseta 93 (Atlántica Juegos). No dejéis pasar esta oportunidad irrepetible .

En serio, pasaos si podéis, soy consciente de que no vendrá prácticamente nadie (es lo que tiene no ser un youtuber de moda) y seguro que podemos charlar un rato de lo humano, lo divino y lo tentacular. Y como siempre, gracias a Misne por el cartel.

Actualización 1/6/17: Edge ha preparado un artículo muy majo en su página web, Nuestros autores en la Feria del libro de Madrid, donde dicen «Pásate por la Feria del Libro de Madrid para que te firmen sus relatos». Hacedles caso que saben de lo que hablan.

viernes, 26 de mayo de 2017

Bajo mi cama (microrrelato)

El anterior micro que subí al blog (aquí) tuvo una acogida bastante buena, así que he decidido poner este otro que escribí el año pasado. En su momento lo mandé a un concurso de microrrelatos de terror, debo reconocer que con ciertas esperanzas (y por supuesto en vano, no fue ni finalista).

Con Bajo mi cama pretendía darle una vuelta de tuerca a una típica situación de las historias de terror. Vosotros juzgaréis si lo logré. Son 433 palabras, título incluido.

Bajo mi cama

—Cariño, vamos a salir ya, ¿te estás vistiendo?

No respondí, no pensaba ir con ellos se pusieran como se pusieran. Estaba harto de tener que acompañarles siempre a esas aburridas visitas familiares. ¿Por qué no me podía quedar en casa? No era cierto que fuera todavía demasiado pequeño, y se lo iba a demostrar.

Sí, estaba decidido. Esta vez ni mamá ni papá me harían cambiar de opinión. Me habían dejado la ropa encima de la cama para que tardara lo menos posible, pero no iba a vestirme, seguía en pijama en actitud desafiante.

Mamá volvió a llamarme al pie de la escalera. No podía verme desde allí porque la puerta de mi cuarto estaba entornada, pero por si acaso venía decidí buscar ya un escondite. Seguro que debajo de la cama no me encontraría. Me metí rápidamente, encantado de mi ingenio.

Ya se la oía subir la escalera hacia mi cuarto, así que me quedé inmóvil para que no me descubriera.

—Cielo, te he llamado ya varias veces. ¿Estás listo o no?

Ahogué una risita para no delatarme. Esta vez sí que no me encontrarían, tendrían que irse sin mí.

De pronto oí una voz. Mi voz.

—Sí, mamá, enseguida voy.

Me tapé la boca instintivamente, pero comprendí que yo no había dicho nada. ¿Entonces quién había hablado?

En eso noté que el somier que tenía encima se hundía en varios lugares. ¿Había algo encima del colchón? ¡Pero si mi mamá no había llegado a entrar en el cuarto!

Me quedé aún más inmóvil y silencioso. Entonces, dos pies con calcetines descendieron delante de mis ojos, abiertos como platos, y unas manos de niño les pusieron mis zapatos con parsimonia. Luego las manos volvieron a desaparecer y el colchón crujió una vez más. Los pies se fueron convirtiendo en unas piernas que se pararon delante de la puerta, la abrieron y salieron.

—Estupendo, cariño —oí que decía mi madre al otro lado—, vámonos ya.

¿Es que no notaban nada? ¿No se daban cuenta de que ese no era yo? Estaba seguro de que volverían enseguida a buscarme, salí de debajo de la cama y bajé a esperarles delante de la puerta, pero pasaron horas y nada. Volví a mi cuarto a llorar. Al rato se abrió la puerta: era mi familia que regresaba, pero estaban charlando alegremente como si no hubiera pasado nada, y oí que alguien venía directo a mi habitación. Me asusté, y volví a esconderme antes de que eso me descubriera.

Desde entonces vivo aquí abajo, aterrado del monstruo que hay encima de mi cama.

Actualización 21/07/17

Mariano Mabaro me ha puesto sobre la pista de Tuck Me In, un corto dirigido por Ignacio F. Rodo en 2014 que parte de una idea de base muy similar a la de mi micro y, además, está muy bien hecho. Ya veis que ninguna idea es totalmente original, siempre puedes encontrar historias anteriores parecidas. Como decían los antiguos: «nihil novum sub sole» (y esto daría para otro artículo).

Pero es interesante comparar cómo medios distintos (cine y literatura) conllevan por necesidad aproximaciones diferentes. El corto se centra en la sorpresa del padre al descubrir lo que ocurre, y mi relato en el asombro del crío por todo el proceso, tanto la sustitución como que su familia no se dé cuenta (o no quiera darse cuenta porque el nuevo se porta mejor). Y es lógico que sea así, el cine es un medio que depende más del impacto visual, mientras que el fuerte de la literatura es meterse en la cabeza de los personajes y sus pensamientos. Y muchas veces se nos olvida, la enorme influencia de lo audiovisual en nuestra sociedad nos ofusca e intentamos escribir cosas demasiado «visuales», y resulta que no funcionan como esperábamos.

viernes, 12 de mayo de 2017

El sello de Ponapé

Acaba de salir publicada Adoradores de Cthulhu, una antología coordinada por Rubén Serrano y editada por Edge Entertainment, que como podéis imaginar gira alrededor de nuestro Primigenio favorito. Y al igual que sucedía en la anterior, Ritos de Dunwch, participo con un relato de mi cosecha. En esta ocasión es El sello de Ponapé, título que hace un pequeño juego de palabras con una antigua historia de August Derleth, El sello de R'lyeh.

La trama guarda mucha relación con las Carolinas Españolas, una de las colonias menos conocidas de nuestra historia: un grupito disperso de islas situadas en medio del Pacífico, al este de Filipinas, y cuya dominación fue en su mayor parte meramente nominal, con llegadas puntuales de barcos que se espaciaban décadas.

Una de estas islas es Ponapé, la actual Pohnpei, lugar de capital importancia dentro del Culto a Cthulhu y con una historia propia muy curiosa, con ruinas precoloniales como las de Nan Madol y donde hubo graves conflictos con algunas tribus nativas. Para documentarme, además de los recursos habituales, fueron de extrema ayuda varios hilos con recopilación de datos sobre este archipiélago que encontré en el Foro de Historia Militar el Gran Capitán y en el Foro de Historia Naval Todo Avante. Mi agradecimiento.

Pero la narración en sí se sitúa en la actualidad (aproximadamente) y en Madrid, donde alguien trata de recomponer ciertos sucesos acaecidos poco antes de la rápida descolonización de las Carolinas (las islas fueron vendidas a Alemania en 1899, tras la pérdida de las Filipinas) y qué relación guardan con unos misteriosos sellos postales que quizá nunca existieron. ¿Suena bien o no? Con menos que esto se han hecho películas, señores .

Confieso que una de las satisfacciones personales que me dio escribir esta historia fue poder recrear los recuerdos que conservo de cuando acompañaba de niño a mi padre a los puestos de filatelia de la Plaza Mayor, que es uno de los principales escenarios del relato. Son las pequeñas recompensas que da la literatura (porque dinero ya os digo que no). Al final, ¿qué sentido tiene escribir, si no pones un poco de ti en lo que haces?

Por cierto, no creo que casi nadie recuerde el artículo que dediqué hace tiempo al llamado aspecto de Innsmouth, y cómo lo relacionaba en ese momento con la imagen de la modelo Jennifer Sullins. Pues bien, entonces estaba refiriéndome a este relato y a una de sus protagonistas. Y ya doy muchas pistas…

Así que ahí lo dejo. Espero que os guste El sello de Ponapé (y el resto de la antología, ya puestos), y que en el futuro podamos volver a encontrarnos en alguna otra historia.

Adoradores de Cthulhu, varios autores.
Edge Entertainment, 2017. 245 págs, 9€.

jueves, 4 de mayo de 2017

Premio Nosferatu por «Fiesta pagana»

Sorpresa primaveral: mi relato Fiesta pagana se ha llevado el premio Nosferatu de Calabazas en el Trastero, que otorgan los lectores de esta publicación de la editorial Saco de Huesos al mejor relato aparecido en cada número.

No me lo esperaba, y me ha hecho especial ilusión porque ya sabéis que Fiesta pagana es una historia con la que quedé muy satisfecho (y no es habitual que me pase eso). Además resulta muy apropiado, casi una señal, que haya sido premiada precisamente a primeros de mayo (y por qué digo esto lo comprenderéis si la leéis ). Espero que este número de Calabazas salga pronto en Lektu, ya que al ser el primer relato del libro aparecerá como adelanto gratuito y podréis disfrutarlo sin soltar pasta.

Otro de mis cuentos ya ganó este premio en el Calabazas: Conspiraciones, y el póster que se entrega es siempre el mismo (salvo por el texto, claro), así que no sé muy bien dónde ponerlo, que a este paso mi casa va a parecer un templo vampírico…

Calabazas en el Trastero 20: Máscaras, varios autores.
Saco de Huesos, 2016. 158 págs, 7€.

Actualización 27/06/17

Por fin ha salido la edición digital en Lektu. Sólo cuesta dos euros en ePub, Mobi o PDF y, como ya anticipé, si os bajáis el Avance en PDF (a la izquierda) podéis leer mi relato de forma totalmente gratuita 😉.