martes, 19 de abril de 2022

Ella iba cargada de papeles (micro)

No sé muy bien qué me llevó a escribir este microrrelato. Supongo que pretendía reflexionar sobre una sociedad que parece empeñada en controlar las relaciones naturales entre personas, y esta idea se me pasó por la cabeza.

Resultó sencillo de escribir, al fin y al cabo sólo son 271 palabras, y una cosa que me gusta de él es que tiene planteamiento, nudo y desenlace perfectamente definidos, algo que se suele dejar de lado en los micros pero que también en ellos es importante para transmitir bien la historia.

Ella iba cargada de papeles, muy pegada a la pared, cuando por la esquina apareció el chico. Caminaba rápido y el choque fue inevitable. Todas las carpetas se desparramaron por el suelo.

—Ostras, perdona, ¿te he hecho daño?

—No, no —repuso ella, aún confusa por el golpe. Miró a su alrededor, desalentada al ver sus papeles desperdigados.

—Ya me ocupo yo —dijo el chico, apresurándose a recogerlos.

—No te molestes.

—No es ninguna molestia —repuso él sin detenerse—, si ha sido culpa mía. Oye, llevabas un buen montón de cosas, ¿ibas a reprografía?

—Sí, bueno… voy a sacar unas copias.

—Pues mejor te echo una mano, así evitamos nuevos accidentes.

Acabó de formar una pila ordenada que tomó en sus brazos y la acompañó a la sala, donde lo dejó todo encima del mostrador con cuidado. Ella fue a sostener los papeles para que no volvieran a esparcirse y sus manos se rozaron un instante. Él apartó la suya al darse cuenta y esbozó una sonrisa incómoda que la chica encontró encantadora.

—Muchas gracias, de verdad —dijo ella, sonriendo a su vez.

—Qué va, olvídalo, y perdona, ¿eh?

Se alejó por su lado del pasillo, pero antes de que dejaran de verse se dirigieron una última mirada.

«Qué chico tan majo», pensó ella, «me pregunto si esto no será una señal del destino y de aquí podría salir por fin algo bonito».

«Uff, qué susto», se dijo él. «Espero que no se le ocurra denunciarme por contacto no consentido, con la nueva política de la universidad me podría meter en un buen lío. Mejor no volver a acercarme a ella».

lunes, 11 de abril de 2022

«Que inventen ellos» en la Delirio 34

Como ya comenté en su momento, a finales de 2018 fui finalista del premio Domingo Santos con un relato titulado «Que inventen ellos» (podéis encontrar detalles en la entrada a la que conduce el anterior enlace).

Pues bien, después de mucho tiempo he tenido la fortuna y el honor de que aparezca publicado en el número 34 de la afamada revista Delirio, que es justo donde se publicó también años atrás el relato con el que gané ese mismo premio en 2013, Artículo 45.1. Así que podría decirse que es un poco como cerrar el círculo.

Agradezco de corazón a Francisco Arellano, editor de La Biblioteca del Laberinto, que aceptara leerse el relato y luego decidiera incluirlo en su revista. Eso debe de significar que le ha gustado 😂. No, en serio, ha sido una alegría que una historia como esta, de cifi más o menos clásica (aunque gire alrededor de los temas que me preocupan y que, creo yo, son intemporales), aparezca en una revista con tanta solera, por donde han pasado grandes autores con sus mejores historias. Y máxime cuando ya daba por imposible que Que inventen ellos viera la luz de forma profesional. Espero que la disfrutéis.

Delirio 34
Varios autores.
La Biblioteca del Laberinto, 2022.
154 págs, 15€.